Es un honor para nosotros poder mostrar la semblanza del Dr. Francisco María Villarroel, distinguido abogado, cuya actuación forense fue ininterrumpida, hasta el momento de su muerte acaecida el 5 de junio de 1913. Hombre de meritorias ejecutorias, dejó muy en alto su nombre como profesional del Derecho, www.de.medadvice.net por lo que su retrato se encuentra desde hace muchos años colocado en la Galería de Abogados Ilustres, en el Colegio de Abogados del Distrito Federal. No es nuestra costumbre, porque somos contrario a ello, el producirnos en alabanzas, por más justas que éstas sean, acerca de familiares, como en este caso, en el que nos toca destacar al hombre sencillo y modesto que fue nuestro bisabuelo Dr. Villarroel; por eso dejamos oír voces autorizadas que sintetizaron, al momento de su muerte su ejemplar actuación profesional.
«El Cojo Ilustrado», principal e histórica revista de Venezuela de la época, registra en su número correspondiente al 15 de junio de 1913, la siguiente nota:
«Días de duelo han corrido últimamente para el foro venezolano. En el silencio de la tumba han caído www.fr.medadvice.net altos representantes de la justicia; nombres de relieve, de prestancia y decoro, que ofrendaron a la sociedad y a la patria las inextinguibles luces del talento, de la virtud y del trabajo. El doctor Francisco M. Villarroel por su carácter y sentimientos mereció el aprecio general. De irreprochables procederes, siempre estuvo situado en el terreno de la equidad. Y sus sanos consejos resolvieron en muchas ocasiones divergencias que a no ser asesoradas por la honradez profesional, habrían sido ruinosas para las partes. El enterramiento del doctor Villarroel fue una sentida manifestación de pena, la que compartimos con sus deudos especialmente con sus hijos los doctores Mariano Villarroel y Francisco J. Villarroel»
Y también honra la memoria del Dr. Francisco María Villarroel el Acuerdo del Colegio de Abogados suscrito por su Presidente de entonces el Dr. Nicomedes Zuloaga y por su Secretario Dr. Carlos Morales, ambos también eminentes profesionales , el cual insertamos en la página siguiente.
El Dr. Francisco María Villarroel Nunca aceptó cargos públicos, ejerció la abogacía, con perseverancia y fervor porque consideraba que esa era su meta en la vida, abrió las puertas de su bufete a jóvenes profesionales, donde hicieron su pasantía los doctores Alonso Calatrava, Pedro Arismendi, Francisco J. Villarroel y otros. Como cabeza de familia educó la suya dentro de un marco de austeridad, decoro y responsabilidad ciudadana, señalando la senda del Derecho a varios de sus descendientes, razones por las cuales siempre hemos considerado un privilegio pertenecer a su estirpe y un orgullo honrarnos con su apellido.
Mario Villarroel Lander.
